La nueva temporada de lluvias (que ahora es todo el tiempo) ha cambiado los hábitos de demanda de los colombianos. Nuestras ciudades llenas de cráteres en las calles convertidas en peligrosos lagos, han empezado a generar el enorme deseo de tener un anfibio, pasamos de cero unidades importadas al anhelo de millones de personas por un vehículo como este, además de la eficiencia que representaría este medio de transporte también ofrece toneladas de diversión, miles de colombianos sueñan con la importación de su propio anfibio para poder hacer esto con los medios adecuados:
El impulso a la economía con la importación este nuevo bien fue agradecido por la población a sus gloriosos contratistas y ex-alcaldes. Luego me desperté.
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